jueves, 21 de mayo de 2015

HISTORIA: Crisis y renacimiento con compromiso social


La gimnasia comienza su etapa de declive en el año 393 de nuestra era, cuando el emperador romano Teodosio I prohibió los Juegos Olímpicos por considerar que se habían visto impregnados de una creciente inmoralidad. Sin embargo, fue durante la Edad Media cuando se detuvo la evolución de la disciplina por completo; se estima que el hecho de que los gimnastas realizaran sus exhibiciones desnudos generó en los cristianos la creencia de que era un culto Satánico y por esta razón dejó de practicarse. 

Hacia el año 1700 Europa atravesaba por una época de cambios de paradigmas que generó diversas crisis como la que surgía de la convivencia de una educación clásica con los ideales románicos que comenzaron a adquirir relevancia en la población. Ante esta situación, los escritores más importantes de la época comenzaron a reconocer el provecho físico y espiritual de la actividad gimnástica abriendo la posibilidad a la recuperación de su prestigio.   

Rousseau muestra a través de sus obras que la humanidad debe encontrarse a si misma por medio de un cambio en la educación y la forma de vida, que estaban corrompidas, para poder pensar en un futuro apremiante. Surgen así educadores físicos que centralizan la atención en la juventud; en Alemania, Ludwiy Jahn crea su escuela de gimnasia orientándola hacia fines militares y en Suecia surge Ling, que funda la llamada gimnasia sueca, resaltando la emoción del arte, la estética y la perfección como principios básicos que debían regir las exhibiciones gimnásticas.

De esta forma, luego del desprestigio que padeció en la Edad Media, la gimnasia pudo adquirir importancia desde su rol en la educación de los jóvenes y comienza a desarrollarse como método para un desarrollo integral de la persona, sin imaginar aun, que un siglo después dirá presente en el primer Juego Olímpico Moderno.  

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